GNOSIS
MEMORIA TRABAJO
Por: samael aun weor
MEMORIA TRABAJO
Por: samael aun weor
Incuestionablemente
cada persona tiene su propia psicología particular, esto es irrebatible,
incontrovertible, irrefutable.
Desafortunadamente
las gentes nunca piensan en esto y muchos ni lo aceptan debido a que se hallan
atrapados en la mente sensorial.
Cualquiera admite la
realidad del cuerpo físico porque lo puede ver y palpar, empero la psicología
es cuestión distinta, no es perceptible para los cinco sentidos y por ello la
tendencia general a rechazarla o simplemente a subestimarla y despreciarla
calificándose de algo sin importancia.
Indubitablemente
cuando alguien comienza a auto-observarse es señal inequívoca de que ha aceptado
la tremenda realidad de su propia psicología.
Es claro que nadie
intentaría auto-observarse si no encontrara antes un motivo fundamental.
Obviamente quien
inicia la auto-observación se convierte en un sujeto muy diferente a los demás,
de hecho indica la posibilidad de un cambio.
Desafortunadamente la
gente no quiere cambiar, se contenta con el estado en que vive.
Causa dolor ver cómo
las gentes nacen, crecen, se reproducen como bestias, sufren lo indecible y
mueren sin saber por qué.
Cambiar es algo
fundamental, pero ello es imposible si no se inicia la auto-observación
psicológica.
Es necesario empezar
a verse a sí mismo con el propósito de auto-conocernos, pues en verdad el
humanoide racional no se conoce a sí mismo.
Cuando uno descubre
un defecto psicológico, de hecho ha dado un gran paso porque esto le permitirá
estudiarlo y hasta eliminarlo radicalmente.
En verdad que
nuestros defectos psicológicos son innumerables, aunque tuviéramos mil lenguas
para hablar y paladar de acero no alcanzaríamos a enumerarlos a todos
cabalmente.
Lo grave de todo esto
es que no sabemos medir el espantoso realismo de cualquier defecto; siempre le
miramos en forma vana sin poner en él la debida atención; lo vemos como algo
sin importancia.
Cuando aceptamos la
doctrina de los muchos y entendemos el crudo realismo de los siete demonios que
Jesús el Cristo sacó del cuerpo de María Magdalena, ostensiblemente nuestro
modo de pensar con respecto a los defectos psicológicos, sufre un cambio
fundamental.
No está de más
afirmar en forma enfática que la doctrina de los muchos es de origen Tibetano y
Gnóstico en un ciento por ciento.
En verdad que no es
nada agradable saber que dentro de nuestra persona viven cientos y miles de
personas psicológicas.
Cada defecto
psicológico es una persona diferente existiendo dentro de nosotros mismos aquí
y ahora.
Los siete demonios
que el Gran Maestro Jesús el Cristo arrojó del cuerpo de María Magdalena son
los siete pecados capitales: Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza,
Gula.
Naturalmente cada uno
de estos demonios por separado es cabeza de legión.
En el viejo Egipto de
los Faraones, el iniciado debía eliminar de su naturaleza interior a los
demonios rojos de SETH si es que quería lograr el despertar de la conciencia.
Visto el realismo de
los defectos psicológicos, el aspirante desea cambiar, no quiere continuar en
el estado en que vive con tanta gente metida dentro de su psiquis, y entonces
inicia la auto-observación.
A medida que nosotros
progresamos en el trabajo interior podemos verificar por sí mismos un
ordenamiento muy interesante en el sistema de eliminación.
Uno se asombra cuando
descubre orden en el trabajo relacionado con la eliminación de los múltiples
agregados psíquicos que personifican a nuestros errores.
Lo interesante de
todo esto es que tal orden en la eliminación de defectos se realiza en forma
graduativa y se procesa de acuerdo con la Dialéctica de la Conciencia.
Nunca jamás podría la
dialéctica razonativa superar la formidable labor de la dialéctica de la
conciencia.
Los hechos nos van
demostrando que el ordenamiento psicológico en el trabajo de eliminación de
defectos es establecido por nuestro propio ser interior profundo.
Debemos aclarar que
existe una diferencia radical entre el Ego y el Ser. El Yo jamás podría
establecer orden en cuestiones psicológicas, pues en sí mismo es el resultado
del desorden.
Solo el Ser tiene
poder para establecer el orden en nuestra psiquis. El Ser es el Ser. La razón
de ser del Ser es el mismo Ser.
El ordenamiento en el
trabajo de auto-observación, enjuiciamiento y eliminación de nuestros agregados
psíquicos, va siendo evidenciado por el sentido juicioso de la auto-observación
psicológica.
En todos los seres
humanos se halla el sentido de la auto-observación psicológica en estado
latente, mas se desarrolla en forma graduativa a medida que vayamos usándolo.
Tal sentido nos
permite percibir directamente y no mediante simples asociaciones intelectuales,
los diversos yoes que viven dentro de nuestra psiquis.
Esta cuestión de las
extra-percepciones sensoriales comienza a ser estudiada en el terreno de la
Parapsicología, y de hecho ha sido demostrada en múltiples experimentos que se
han realizado juiciosamente a través del tiempo y sobre los cuales existe mucha
documentación.
Quienes niegan la
realidad de las extra-percepciones sensoriales son ignorantes en un ciento por
ciento, bribones del intelecto embotellados en la mente sensual.
Sin embargo, el sentido
de la auto-observación psicológica es algo más profundo, va mucho más allá de
los simples enunciados parapsicológicos, nos permite la auto-observación íntima
y la plena verificación del tremendo realismo subjetivo de nuestros diversos
agregados.
El ordenamiento
sucesivo de las diversas partes del trabajo relacionadas con el tema este tan
grave de la eliminación de agregados psíquicos, nos permite inferir una
"memoria-trabajo" muy interesante y hasta muy útil en la cuestión del
desarrollo interior.
Esta memoria-trabajo,
si bien es cierto que puede darnos distintas fotografías psicológicas de las
diversas etapas de la vida pasada, juntadas en su totalidad traerían a nuestra
imaginación una estampa viva y hasta repugnante de lo que fuimos antes de
iniciar el trabajo psico-transformista radical.
No hay duda de que
jamás desearíamos regresar a esa horrorosa figura, viva representación de lo
que fuimos.
Desde este punto, tal
fotografía psicológica resultaría útil como medio de confrontación entre un
presente transformado y un pasado regresivo, rancio, torpe y desgraciado.
La memoria-trabajo se
escribe siempre a base de sucesivos eventos psicológicos registrados por el
centro de auto-observación psicológica.
Existen en nuestra
psiquis elementos indeseables que ni remotamente sospechamos.
Que un hombre
honrado, incapaz de tomarse jamás nada ajeno, honorable y digno de toda honra,
descubra en forma insólita una serie de yoes ladrones habitando en las zonas
más profundas de su propia psiquis, es algo espantoso, mas no imposible.
Que una magnífica
esposa llena de grandes virtudes o una doncella de exquisita espiritualidad y
educación magnífica, mediante el sentido de la auto-observación psicológica
descubra en forma inusitada que en su psiquis íntima vive un grupo de yoes
prostitutas, resulta nauseabundo y hasta inaceptable para el centro intelectual
o el sentido moral de cualquier ciudadano juicioso, mas todo eso es posible
dentro del terreno exacto de la auto-observación psicológica.
samael aun weor
No hay comentarios:
Publicar un comentario