viernes, 7 de agosto de 2015

EL PROCESO DEL DOLOR

GNOSIS
EL PROCESO DEL DOLOR
Por: samael aun weor

La pluralidad del yo es algo que ya está completamente demostrado en psicología experimental.

Si nos examinamos a sí mismos durante un acontecimiento de supremo dolor, tal vez la muerte del padre o de la madre, o del esposo o la esposa, o el hijo, etc., sentimos que nos volvemos tres pedazos.

Algunos dicen que se sienten volver mil pedazos, pero en síntesis siente uno que se vuelve tres pedazos.

1 ANGUSTIA TERRIBLE………

El primer pedazo es ANGUSTIA TERRIBLE, espantosa desesperación.

2 ¿POR QUÉ DIOS MÍO?

El segundo pedazo se pregunta a sí mismo; ¿Por qué? ¿Por qué Dios mío me habéis castigado así? ¿Por qué sería esto? ¿Por qué me sucedió esto? etc., etc., etc.

3 BUSCAR EVASIVAS………

El tercer pedazo quiere huir, busca evasivas, algunas veces escapatorias absurdas como el suicidio o el alcohol, las cantinas, etc.

EL YO se compone de muchos YOES pero todos se sintetizan en tres cuando existe supremo dolor, cuando nos sobreviene una gran amargura.

VERNOS LIBRES DEL DOLOR………

Jamás debemos llegar hasta la locura por causa de UNA GRAN AFLICCIÓN, es mejor comprender a fondo y en forma total, lo que nos ha sucedido para vernos libres del dolor.

COOPERAR CON LO INEVITABLE………

Solo por medio de la COMPRENSIÓN podemos librarnos de un gran dolor, más si una parte de mí siente el dolor y no quiere cooperar con lo inevitable, y otra parte quiere indagar, pedir una explicación, buscar una razón, y por último la tercera parte quiere salir corriendo, huir, beber hasta emborracharse, etc., es entonces imposible comprender en forma integra el dolor que nos amarga la vida.

PONER ATENCIÓN A TODO EL PROCESO DEL DOLOR………

Solo comprendiendo en forma integra, total, completa, el dolor que nos ha herido profundamente, podemos liberarnos de esa amargura, desgraciadamente sentimos que nos volvemos tres pedazos, y no ponemos atención a todo el proceso del dolor.

No debemos olvidar jamás en la vida que la pluralidad del yo es el origen del dolor.

Es necesario comprender el dolor en forma íntegra, unitotal, pero si estoy dividido, atraído en diferentes direcciones, es claro que me resulta imposible comprender el dolor en forma integra.

Si uno tiene la atención puesta en tres partes distintas, no puede comprender lo que tiene cerca, lo que debe comprender inmediatamente.

Un muchacho que en la escuela tenga su atención dividida en tres partes, una en el Maestro, otra en la casa, y otra en los libros, es claro que no comprenderá nada de lo que el Maestro esté enseñando en la clase.

Lo mismo sucede con el dolor, si una parte de nuestra atención está puesta en la desesperación, otra en pedir explicaciones y por último la tercera en la cantina, el viaje, el suicidio, etc., es claro que no comprenderemos el dolor en forma completa, y como es lógico, el dolor continuará.

Es urgente comprender la pluralidad del yo para aprender a vivir sabiamente.

Cuando comprendemos la pluralidad del yo, podemos disolverlo, entonces nos transformamos.

Si queremos que la sociedad se transforme, debemos transformarnos primero cada uno nosotros en forma individual, recordamos que la sociedad solo es la extensión del individuo, y que lo que es el individuo, es la sociedad, es el gobierno, es el mundo.

Debemos comprender la pluralidad del yo y no dividirnos en tantos pedazos cuando tratamos de comprender algo.

Es necesario poner atención a la causa del dolor, al dolor mismo, sin dividir la atención en tres partes en forma completa.

Poner atención íntegra, unitotal, solo así, comprendiendo el dolor en forma completa, desaparece.

El yo es múltiple. Voy a comer dice el yo de la digestión, yo no quiero comer todavía, voy a leer el periódico, dice el yo intelectual; no quiero leer el periódico, dice el yo del movimiento, voy a dar un paseo.

Realmente todavía no somos individuos, no estamos individualizados, solo estamos instintivizados.

Dentro de cada cuerpo humano viven muchos yoes.

La pluralidad del yo es la causa de todas nuestras íntimas contradicciones.

Queremos comprar una casa muy bonita y cuando ya la tenemos sucede que ya NO, nos frustra, o nuevos proyectos surgen en la mente y decimos: voy a vender esta casa y me compraré otra.

Luchamos hasta lo indecible por formar un hogar con una buena mujer y unos cuantos hijos, y luego, nos enamoramos de otra, y por último el castillo de naipes se va al suelo.

EL yo que hoy jura fidelidad a una causa, es desplazado por otro yo que ya nada tiene que ver con esa causa, y entonces vemos que la persona se retira.

EL yo que hoy se fanatiza por una escuela, es mañana desplazado por otro yo que aborrece esa escuela.

Desegoistizandonos nos individualizamos.

Disolviendo el yo adquirimos verdadera individualidad.

Cuando el yo se disuelve solo queda en nosotros la esencia, el alma, el ser.

Realmente el ser es felicidad.

Realmente el ser está más allá de todo dolor.

La disolución del yo, es El Nirvana.

Nacer es dolor, morir es dolor, la vida es dolor, dolor es la niñez, dolor es la adolescencia, dolor la juventud, dolor la madurez, dolor la vejez, todo en esto mundo es dolor.

Cada vez que el dolor nos azote implacable y vengador, debemos comprenderlo en forma integra, completa, total, y esto solo es posible no dividiendo la atención en varios pedazos, poniendo atención plena en lo que está sucediendo.

Necesitamos saber que el yo es muchos, y que debemos unir a estos muchos en plena atención, con el propósito de comprender totalmente el dolor que en un momento dado, nos acecha y hiere profundamente.


samael aun weor

2 comentarios:

  1. Hola que tal saludos estaría bien que a parte del autor pusieran el titulo del libro de estos textos gracias

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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