GNOSIS
EL PROCESO DEL DOLOR
Por: samael aun weor
La pluralidad del yo
es algo que ya está completamente demostrado en psicología experimental.
Si nos examinamos a
sí mismos durante un acontecimiento de supremo dolor, tal vez la muerte del
padre o de la madre, o del esposo o la esposa, o el hijo, etc., sentimos que
nos volvemos tres pedazos.
Algunos dicen que se
sienten volver mil pedazos, pero en síntesis siente uno que se vuelve tres
pedazos.
1 ANGUSTIA
TERRIBLE………
El primer pedazo es ANGUSTIA
TERRIBLE, espantosa desesperación.
2 ¿POR QUÉ DIOS MÍO?
El segundo pedazo se
pregunta a sí mismo; ¿Por qué? ¿Por qué Dios mío me habéis castigado así? ¿Por
qué sería esto? ¿Por qué me sucedió esto? etc., etc., etc.
3 BUSCAR EVASIVAS………
El tercer pedazo
quiere huir, busca evasivas, algunas veces escapatorias absurdas como el
suicidio o el alcohol, las cantinas, etc.
EL YO se compone de
muchos YOES pero todos se sintetizan en tres cuando existe supremo dolor,
cuando nos sobreviene una gran amargura.
VERNOS LIBRES DEL
DOLOR………
Jamás debemos llegar
hasta la locura por causa de UNA GRAN AFLICCIÓN, es mejor comprender a fondo y
en forma total, lo que nos ha sucedido para vernos libres del dolor.
COOPERAR CON LO
INEVITABLE………
Solo por medio de la
COMPRENSIÓN podemos librarnos de un gran dolor, más si una parte de mí siente
el dolor y no quiere cooperar con lo inevitable, y otra parte quiere indagar,
pedir una explicación, buscar una razón, y por último la tercera parte quiere
salir corriendo, huir, beber hasta emborracharse, etc., es entonces imposible
comprender en forma integra el dolor que nos amarga la vida.
PONER ATENCIÓN A TODO
EL PROCESO DEL DOLOR………
Solo comprendiendo en
forma integra, total, completa, el dolor que nos ha herido profundamente,
podemos liberarnos de esa amargura, desgraciadamente sentimos que nos volvemos
tres pedazos, y no ponemos atención a todo el proceso del dolor.
No debemos olvidar
jamás en la vida que la pluralidad del yo es el origen del dolor.
Es
necesario comprender el dolor en forma íntegra, unitotal, pero si estoy
dividido, atraído en diferentes direcciones, es claro que me resulta imposible
comprender el dolor en forma integra.
Si uno tiene la
atención puesta en tres partes distintas, no puede comprender lo que tiene
cerca, lo que debe comprender inmediatamente.
Un muchacho que en la
escuela tenga su atención dividida en tres partes, una en el Maestro, otra en la
casa, y otra en los libros, es claro que no comprenderá nada de lo que el
Maestro esté enseñando en la clase.
Lo
mismo sucede con el dolor, si una parte de nuestra atención está puesta en la
desesperación, otra en pedir explicaciones y por último la tercera en la
cantina, el viaje, el suicidio, etc., es claro que no comprenderemos el dolor
en forma completa, y como es lógico, el dolor continuará.
Es urgente comprender
la pluralidad del yo para aprender a vivir sabiamente.
Cuando comprendemos la
pluralidad del yo, podemos disolverlo, entonces nos transformamos.
Si queremos que la
sociedad se transforme, debemos transformarnos primero cada uno nosotros en
forma individual, recordamos que la sociedad solo es la extensión del
individuo, y que lo que es el individuo, es la sociedad, es el gobierno, es el
mundo.
Debemos comprender la
pluralidad del yo y no dividirnos en tantos pedazos cuando tratamos de
comprender algo.
Es
necesario poner atención a la causa del dolor, al dolor mismo, sin dividir la
atención en tres partes en forma completa.
Poner atención íntegra,
unitotal, solo así, comprendiendo el dolor en forma completa, desaparece.
El yo
es múltiple. Voy a comer dice el yo de la digestión, yo no quiero comer
todavía, voy a leer el periódico, dice el yo intelectual; no quiero leer el
periódico, dice el yo del movimiento, voy a dar un paseo.
Realmente
todavía no somos individuos, no estamos individualizados, solo estamos
instintivizados.
Dentro de cada cuerpo
humano viven muchos yoes.
La pluralidad del yo
es la causa de todas nuestras íntimas contradicciones.
Queremos
comprar una casa muy bonita y cuando ya la tenemos sucede que ya NO, nos
frustra, o nuevos proyectos surgen en la mente y decimos: voy a vender esta
casa y me compraré otra.
Luchamos hasta lo
indecible por formar un hogar con una buena mujer y unos cuantos hijos, y
luego, nos enamoramos de otra, y por último el castillo de naipes se va al
suelo.
EL yo
que hoy jura fidelidad a una causa, es desplazado por otro yo que ya nada tiene
que ver con esa causa, y entonces vemos que la persona se retira.
EL yo
que hoy se fanatiza por una escuela, es mañana desplazado por otro yo que
aborrece esa escuela.
Desegoistizandonos
nos individualizamos.
Disolviendo el yo
adquirimos verdadera individualidad.
Cuando el yo se
disuelve solo queda en nosotros la esencia, el alma, el ser.
Realmente el ser es
felicidad.
Realmente el ser está
más allá de todo dolor.
La disolución del yo,
es El Nirvana.
Nacer es dolor, morir
es dolor, la vida es dolor, dolor es la niñez, dolor es la adolescencia, dolor
la juventud, dolor la madurez, dolor la vejez, todo en esto mundo es dolor.
Cada
vez que el dolor nos azote implacable y vengador, debemos comprenderlo en forma
integra, completa, total, y esto solo es posible no dividiendo la atención en
varios pedazos, poniendo atención plena en lo que está sucediendo.
Necesitamos saber que
el yo es muchos, y que debemos unir a estos muchos en plena atención, con el
propósito de comprender totalmente el dolor que en un momento dado, nos acecha
y hiere profundamente.
samael aun weor
Hola que tal saludos estaría bien que a parte del autor pusieran el titulo del libro de estos textos gracias
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