GNOSIS
LOS DOS MUNDOS
Por: samael aun weor
LOS DOS MUNDOS
Por: samael aun weor
Observar y observarse
a sí mismo son dos cosas completamente diferentes, sin embargo, ambas exigen
atención.
En la observación la
atención es orientada hacia afuera, hacia el mundo exterior, a través de las
ventanas de los sentidos.
En la
auto-observación de sí mismo, la atención es orientada hacia dentro y para ello
los sentidos de percepción externa no sirven, motivo éste más que suficiente
como para que sea difícil al neófito la observación de sus procesos
psicológicos íntimos.
El punto de partida
de la ciencia oficial en su lado práctico, es lo observable. El punto de
partida del trabajo sobre sí mismo, es la auto-observación, lo auto-observable.
Incuestionablemente
estos dos puntos de partida renglones arriba citados, nos llevan a direcciones
completamente diferentes.
Podría alguien
envejecer enfrascado entre los dogmas transigentes de la ciencia oficial, estudiando
fenómenos externos, observando células, átomos, moléculas, soles, estrellas,
cometas, etc., sin experimentar dentro de sí mismo ningún cambio radical.
La clase de
conocimiento que transforma interiormente a alguien, jamás podría lograrse
mediante la observación externa.
El verdadero
conocimiento que realmente puede originar en nosotros un cambio interior
fundamental tiene por basamento la auto-observación directa de sí mismo.
Es urgente decirle a
nuestros estudiantes Gnósticos que se observen a sí mismos y en que sentido
deben auto-observarse y las razones para ello.
La observación es un
medio para modificar las condiciones mecánicas del mundo. La auto-observación
Interior es un medio para cambiar íntimamente.
Como secuencia o
corolario de todo esto, podemos y debemos afirmar en forma enfática, que
existen dos clases de conocimiento, el externo y el interno y que a menos que
tengamos en si mismos el centro magnético que pueda diferenciar las calidades
del conocimiento, esta mezcla de los dos planos u órdenes de ideas podrían
llevarnos a la confusión.
Sublimes Doctrinas
seudo-esotéricas con marcado cientificismo de fondo, pertenecen al terreno de
lo observable, sin embargo son aceptadas por muchos aspirantes como
conocimiento interno.
Nos encontramos pues
ante dos mundos, el exterior y el interior. El primero de estos es percibido
por los sentidos de percepción externa; el segundo sólo puede ser perceptible
mediante el sentido de auto-observación interna.
Pensamientos, ideas,
emociones, anhelos, esperanzas, desengaños, etc., son interiores, invisibles
para los sentidos ordinarios, comunes y corrientes y sin embargo son para
nosotros más reales que la mesa del comedor o los sillones de la sala.
Ciertamente nosotros
vivimos más en nuestro mundo interior que en el exterior; esto es irrefutable,
irrebatible.
En nuestros Mundos
Internos, en nuestro mundo secreto, amamos, deseamos, sospechamos, bendecimos,
maldecimos, anhelamos, sufrimos, gozamos, somos defraudados, premiados, etc.,
etc., etc.
Incuestionablemente
los dos mundos interno y externo son verifícables experimentalmente. El mundo
exterior es lo observable. El mundo interior es lo auto-observable en sí mismo
y dentro de sí mismo, aquí y ahora.
Quien de verdad
quiera conocer los "Mundos Internos" del planeta Tierra o del Sistema
Solar o de la Galaxia en que vivimos, debe conocer previamente su mundo íntimo,
su vida interior, particular, sus propios "Mundos Internos".
"Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses".
Cuanto más se explore
este "Mundo Interior" llamado "Uno Mismo", tanto mas
comprenderá que vive simultáneamente en dos mundos, en dos realidades, en dos
ámbitos, el exterior y el interior.
Del mismo modo que a
uno le es indispensable aprender a caminar en el "mundo exterior", para
no caer en un precipicio, no extraviarse en las calles de la ciudad,
seleccionar sus amistades, no asociarse con perversos, no comer veneno, etc.,
así también mediante el trabajo psicológico sobre si mismo, aprendamos a
caminar en el "Mundo Interior" el cual es explorable mediante la
auto-observación de sí.
Realmente el sentido
de auto-observación de sí mismo se encuentra atrofiado en la raza humana
decadente de esta época tenebrosa en que vivimos.
A medida que nosotros
perseveramos en la auto-observación de sí mismos, el sentido de
auto-observación íntima se irá desarrollando progresivamente.
samael aun weor
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