GNOSIS
LAS TRES MENTES
Por: samael aun weor
LAS TRES MENTES
Por: samael aun weor
Existen por doquiera
muchos bribones del intelecto sin orientación positiva y envenenados por el
asqueante escepticismo.
Ciertamente el
repugnante veneno del escepticismo contagió a las mentes humanas en forma
alarmante desde el siglo XVIII.
Antes de aquel siglo
la famosa isla Nontrabada o Encubierta, situada frente a las costas de España,
se hacía visible y tangible constantemente.
No hay duda de que
tal isla se halla ubicada dentro de la cuarta vertical. Muchas son las
anécdotas relacionadas con esa isla misteriosa.
Después del siglo
XVIII la citada isla se perdió en la eternidad, nadie sabe nada sobre la misma.
En las épocas del Rey
Arturo y de los caballeros de la mesa redonda, los elementales de la naturaleza
se manifestaron por doquiera, penetrando profundamente dentro de nuestra
atmósfera física.
Son muchos los
relatos sobre duendes, genios y hadas que todavía abundan en la verde Erim,
Irlanda; desafortunadamente, todas estas cosas inocentes, toda esta belleza del
alma del mundo, ya no es percibida por la humanidad debido a las sabihondeces
de los bribones del intelecto y al desarrollo desmesurado del Ego animal.
Hoy en día los
sabihondos se ríen de todas estas cosas, no las aceptan aunque en el fondo ni
remotamente hayan logrado la felicidad.
Si las gentes
entendieran que tenemos tres mentes, otro gallo cantaría, posiblemente hasta se
interesarían más por estos estudios.
Desgraciadamente los
ignorantes ilustrados, metidos en el recoveco de sus difíciles erudiciones, ni
siquiera tienen tiempo para ocuparse de nuestros estudios seriamente.
Esas pobres gentes
son autosuficientes, se hallan engreídas con el vano intelectualismo, piensan
que van por el camino recto y ni remotamente suponen que se encuentran metidas
en un callejón sin salida.
En nombre de la
verdad debemos decir que en síntesis, tenemos tres mentes.
A la primera podemos
y debemos llamarla Mente Sensual, a la segunda la bautizaremos con el nombre de
Mente Intermedia. A la tercera la llamaremos Mente Interior.
Vamos ahora a
estudiar cada una de estas tres Mentes por separado y en forma juiciosa.
Incuestionablemente
la Mente Sensual elabora sus conceptos de contenido mediante las percepciones
sensoriales externas.
En estas condiciones
la Mente Sensual es terriblemente grosera y materialista, no puede aceptar nada
que no haya sido demostrado físicamente.
Como quiera que los
conceptos de contenido de la Mente Sensual tienen por fundamento los datos
sensoriales externos, indubitablemente nada puede saber sobre lo real, sobre la
verdad, sobre los misterios de la vida y muerte, sobre el alma y el espíritu,
etc.
Para los bribones del
intelecto, atrapados totalmente por los sentidos externos y embotellados entre
los conceptos de contenido de la mente sensual, nuestros estudios esotéricos
les son locura.
Dentro de la razón de
la sin razón, en el mundo de lo descabellado, ellos tienen razón debido a que
están condicionados por el mundo sensorial externo. ¿Cómo podría la Mente
Sensual aceptar algo que no sea sensual?
Si los datos de los
sentidos sirven de resorte secreto para todos los funcionalismos de la Mente
Sensual, es obvio que estos últimos tienen que originar conceptos sensuales.
Mente Intermedia es
diferente, sin embargo, tampoco sabe nada en forma directa sobre lo real, se
limita a creer y eso es todo.
En la Mente
Intermedia están las creencias religiosas, los dogmas inquebrantables, etc.
Mente Interior es
fundamental para la experiencia directa de la verdad.
Indubitablemente la
Mente Interior elabora sus conceptos de contenido con los datos aportados por
la conciencia superlativa del Ser.
Incuestionablemente
la conciencia puede vivenciar y experimentar lo real. No hay duda de que la
conciencia sabe de verdad.
Sin embargo, para la
manifestación la conciencia necesita de un mediador, de un instrumento de
acción y éste en sí mismo es la Mente Interior.
La conciencia conoce
directamente la realidad de cada fenómeno natural y mediante la Mente Interior
puede manifestarla.
Abrir la Mente
Interior sería lo indicado a fin de salir del mundo de las dudas y de la
ignorancia.
Esto significa que
solo abriendo la Mente Interior nace la fe auténtica en el ser humano.
Mirada esta cuestión
desde otro ángulo, diremos que el escepticismo materialista es la
característica peculiar de la ignorancia. No hay duda de que los ignorantes
ilustrados resultan ciento por ciento escépticos.
La fe es percepción
directa de lo real; sabiduría fundamental; vivencia de eso que está más allá
del cuerpo, de los afectos y de la mente.
Distíngase entre fe y
creencia. Las creencias se encuentran depositadas en la Mente Intermedia, la fe
es característica de la Mente Interior.
Desafortunadamente
existe siempre la tendencia general a confundir la creencia con la fe. Aunque
parezca paradójico enfatizaremos lo siguiente: "EL QUE TIENE FE VERDADERA
NO NECESITA CREER".
Es que la fe
auténtica es sapiencia vívida, cognición exacta, experiencia directa.
Sucede que durante
muchos siglos se ha confundido a la fe con la creencia y ahora cuesta mucho
trabajo hacerles comprender a las gentes que la fe es sabiduría verdadera y
nunca vanas creencias.
Los funcionalismos
sapientes de la mente interior tienen como resortes íntimos todos esos datos
formidables de la sabiduría contenida en la conciencia.
Quien ha abierto la
Mente Interior recuerda sus vidas anteriores, conoce los misterios de la vida y
la muerte, no por lo que haya leído o dejado de leer, no por lo que otro haya
dicho o dejado de decir, no por lo que se haya creído o dejado de creer, sino
por experiencia directa, vívida, terriblemente real.
Esto que estamos
diciendo no le gusta a la mente sensual, no puede aceptarlo porque se sale de
sus dominios, nada tiene que ver con las percepciones sensoriales externas, es
algo ajeno a sus conceptos de contenido, a lo que le enseñaron en la escuela, a
lo que aprendió en distintos libros, etc., etc., etc.
Esto que estamos
diciendo tampoco es aceptado por la Mente Intermedia porque de hecho contraría
sus creencias, desvirtúa lo que sus preceptores religiosos le hicieron aprender
de memoria, etc.
Jesús El Gran Kabir
advierte a sus discípulos diciéndoles: "Cuidaos de la levadura de los
saduceos y de la levadura de los fariseos".
Es ostensible que
Jesús El Cristo con esta advertencia se refirió a las doctrinas de los
materialistas saduceos y de los hipócritas fariseos.
La doctrina de los
saduceos está en la Mente Sensual, es la doctrina de los cinco sentidos.
La doctrina de los
fariseos se halla ubicada en la Mente Intermedia, esto es irrefutable,
irrebatible.
Es evidente que los
fariseos concurren a sus ritos para que se diga de ellos que son buenas
personas, para aparentar ante los demás, mas nunca trabajan sobre sí mismos.
No seria posible
abrir la Mente Interior sino aprendiéramos a pensar psicológicamente.
Incuestionablemente
cuando alguien empieza a observarse a sí mismo es señal de que ha comenzado a
pensar psicológicamente.
En tanto uno no
admita la realidad de su propia Psicología y la posibilidad de cambiarla
fundamentalmente, indubitablemente no siente la necesidad de la
auto-observación psicológica.
Cuando uno acepta la
doctrina de los muchos y comprende la necesidad de eliminar los distintos yoes
que carga en su psiquis con el propósito de liberar la conciencia, la esencia,
indubitablemente de hecho y por derecho propio inicia la auto-observación
psicológica.
Obviamente la
eliminación de los elementos indeseables que en nuestra psiquis cargamos
origina la apertura de la Mente Interior.
Todo esto significa
que la citada apertura es algo que se realiza en forma graduativa, a medida que
vayamos aniquilando elementos indeseables que llevamos en nuestra psiquis.
Quien haya eliminado
los elementos indeseables en su interior en un ciento por ciento, obviamente
también habrá abierto su mente interior en un ciento por ciento.
Una persona así
poseerá la fe absoluta. Ahora comprenderéis las palabras del Cristo cuando
dijo: "Si tuvieseis fe como un grano de mostaza moveríais montañas".
samael aun weor
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