GNOSIS
EL DIFÍCIL CAMINO
Por: samael aun weor
EL DIFÍCIL CAMINO
Por: samael aun weor
Incuestionablemente
existe un lado oscuro de nosotros mismos que no conocemos o no aceptamos;
debemos llevar la luz de la conciencia a ese lado tenebroso de sí mismos.
Todo el objeto de
nuestros estudios Gnósticos es hacer que el conocimiento de sí mismos se torne
más consciente.
Cuando se tienen
muchas cosas en uno mismo que no se conocen ni se aceptan, entonces tales cosas
nos complican la vida espantosamente y provocan en verdad toda suerte de
situaciones que podrían ser evitadas mediante el conocimiento de sí.
Lo peor de todo esto
es que proyectamos ese lado desconocido e inconsciente de sí mismos en otras
personas y entonces lo vemos en ellas.
Por ejemplo: las
vemos como si fuesen embusteras, infieles, mezquinas, etc., en relación con lo
que cargamos en nuestro interior.
La Gnosis dice sobre
este particular, que vivimos en una parte muy pequeña de nosotros mismos.
Significa ello que nuestra conciencia se extiende solo a una parte muy reducida
de nosotros mismos.
La idea del trabajo
esotérico Gnóstico es la de ampliar claramente nuestra propia conciencia.
Indubitablemente en
tanto no estemos bien relacionados consigo mismos, tampoco estaremos bien
relacionados con los demás y el resultado serán conflictos de toda especie.
Es indispensable
llegar a ser muchísimo más conscientes para consigo mismos mediante una directa
observación de sí.
Una regla Gnóstica
general en el trabajo esotérico Gnóstico, es que cuando no nos entendemos con
alguna persona, se puede tener la seguridad de que ésta es la cosa misma contra
la cual es preciso trabajar sobre si mismo.
Lo que se critica
tanto en los otros es algo que descansa en el lado oscuro de uno mismo y que no
se conoce, ni se quiere reconocer.
Cuando estamos en tal
condición el lado oscuro de nosotros mismos es muy grande, pero cuando la luz
de la observación de sí ilumina ese lado oscuro, la conciencia se acrecienta
mediante el conocimiento de sí.
Esta es la Senda del
Filo de la Navaja, más amarga que la hiel, muchos la inician, muy raros son los
que llegan a la meta.
Así como la Luna
tiene un lado oculto que no se ve, un lado desconocido, así también sucede con
la Luna Psicológica que cargamos en nuestro interior.
Obviamente tal Luna
Psicológica está formada por el Ego, el Yo, el Mí Mismo, el Sí mismo.
En esta luna
psicológica cargamos elementos inhumanos que espantan, que horrorizan y que en
modo alguno aceptaríamos tener.
Cruel camino es este
de la AUTO-REALIZACIÓN INTIMA DEL SER, ¡Cuántos precipicios!, ¡Qué pasos tan
difíciles!, ¡Qué laberintos tan horribles!
A veces el camino
interior después de muchas vueltas y revueltas, subidas horripilantes y
peligrosísimas bajadas, se pierde en desiertos de arena, no se sabe por donde
sigue y ni un rayo de luz te ilumina.
Senda llena de
peligros por dentro y por fuera; camino de misterios indecibles, donde solo
sopla un hálito de muerte.
En este camino
interior cuando uno cree que va muy bien, en realidad va muy mal.
En este camino
interior cuando uno cree que va muy mal, sucede que marcha muy bien.
En este camino
secreto existen instantes en que uno ya ni sabe que es lo bueno ni que es lo
malo.
Lo que normalmente se
prohíbe, a veces resulta que es lo justo; así es el camino interior.
Todos los Códigos
morales en el camino interior salen sobrando; una bella máxima o un hermoso
precepto moral, en determinados momentos puede convertirse en un obstáculo muy
serio para la Auto-Realización íntima del Ser.
Afortunadamente el
Cristo Intimo desde el mismo fondo de nuestro Ser trabaja intensivamente,
sufre, llora, desintegra elementos peligrosísimos que en nuestro interior
llevamos.
El Cristo nace como
un niño en el corazón del hombre pero a medida que va eliminando los elementos
indeseables que llevamos dentro, va creciendo poco a poco hasta convertirse en
un hombre completo.
samael aun weor
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